Thursday, April 08, 2010

Durante mi infancia yo no tenía ni idea de cómo era la mente de mi padre, ni tampoco me daba cuenta de cómo se debía sentir interiormente al hacer lo que sentado a su mesa tenía que hacer todos los días. En este sentido, no fue hasta muchos años después de su muerte cuando sentí que lo conocía de verdad.
.
David Foster Wallace, El alma no es una forja.
.
.
.